Seguro que os ha pasado más de una vez… Salís tarde de trabajar, pasáis por el supermercado para comprar algo para cenar y termináis llenando la cesta de la compra de productos precocinados o muy calóricos. O llegáis a casa cansados y sin ganas de cocinar y e improvisáis una comida o una cena con lo primero que encontráis por la nevera. Esas compras y comidas no programadas terminan pasando factura a vuestra salud la mayoría de las veces. ¡Descubre las ventajas de planificar los menús!
La solución está en tomarse un poco de tiempo cada semana y planificar los menús que vamos a preparar. No quita que, un día, las circunstancias hagan que tengamos que fallar a la planificación, pero será mucho más sencillo cumplirla el resto de los días. Vuestra salud (y también vuestro bolsillo) lo notará.
¿Qué tenéis que tener en cuenta a la hora de planificar los menús?
En primer lugar, hay que ver cuántas personas comen y cenan en casa. No es lo mismo planificar un menú para uno solo, que para una pareja o para una familia con niños. Para definirlo, nos haremos una serie de preguntas:
• ¿A qué hora llegamos a casa?
• ¿De cuánto tiempo vamos a disponer para preparar la comida o cena?
• ¿Cuántos vamos a ser para cenar?
• ¿Tienes niños? ¿Comen a mediodía en el comedor escolar?
Partiendo de un menú básico, pensando en toda la familia, en general, iremos modificándolo para adaptarlo a las necesidades de los demás miembros de la familia. Por ejemplo, si los niños se quedan a comer en comedor escolar, tendremos que conocer previamente su menú semanal para adaptar las cenas y no repetir comidas. También tendremos en cuenta dónde comen a mediodía el resto de miembros del hogar, si lo hacen en restaurantes cerca del trabajo o si llevan la comida de casa.
Lo bueno de la planificación es que nos permite, en primer lugar, acudir al supermercado con una lista de la compra casi cerrada y adquirir solo los productos que vamos a necesitar, lo que reduce el desperdicio de comida y supone un importante ahorro. En segundo lugar, el hecho de saber lo que vamos a preparar cada día representa también un ahorro de tiempo que podremos emplear en otras actividades más gratificantes. Y, por último, la planificación de los menús propicia que hagamos más comidas en familia, algo que los expertos en nutrición califican de fundamental para adquirir unos hábitos saludables.
Tips para planificar tus menús
A modo de resumen, os dejamos unos tips o consejos que os ayudarán en estas tareas de planificación:
1. Tiempo: es fundamental saber de cuánto tiempo vais a disponer para cocinar y si en ese tiempo vais a tener que preparar solo la cena o también la comida del siguiente. Sobre todo, ese dato nos va a permitir saber qué tipo de preparaciones podemos llevar a cabo, puesto que las recetas que necesiten horno se van a llevar más tiempo que aquellas que se hagan solo a la plancha, por ejemplo. Lo ideal es poder organizarnos para emplear los tipos de cocinado más saludables, como plancha, horno o vapor.
2. Preferencias de los miembros de la familia: intentad adaptar los menús a las preferencias de todos los miembros de la familia, en la medida de lo posible, ya que eso permitirá que tengas que preparar menos platos.
3. Productos de temporada: al planificar, apuesta por los productos de temporada. Están en su mejor momento, organolépticamente hablando, lo que hará que también sean más saludables; los encontraréis fácilmente al hacer la compra; y, probablemente, serán más baratos.
4. Haz una lista de la compra: cuando hayas planificado todos los menús, define qué productos vas a necesitar para elaborar las diferentes recetas y plásmalos en una lista de la compra. Cuando vayas con ella al súper o al mercado, intenta no desviarte de la lista.
5. Piensa en las sobras. Es posible que algunas recetas no se consuman enteras. Piensa en cuáles de ellas son susceptibles de dejar «sobras» y de qué modo puedes reutilizarlas en otros platos de la planificación.
Si no estás acostumbrado a planificar puede que, al principio, te cueste un poco coger el hábito pero cuando descubras todas las ventajas… ¡seguro que no dejas de hacerlo!
